viernes, 31 de julio de 2009

Ibrahimovic y el taekwondo

Zlatan Ibrahimovic practicó taekwondo durante muchos años y en el fútbol saca partido a aquellas técnicas de lucha marcando goles inverosímiles
En el estadio Do Dragao de Oporto, donde Leo Messi debutó en el primer equipo del Barça, Zlatan Ibrahimovic entró en la historia de la Eurocopa con un golazo para enmarcar. Cuando Italia ya acariciaba un triunfo vital para meterse en cuartos de Portugal 2004, vio un balón que iba de cabeza en cabeza y no se lo pensó dos veces para rematar de tacón suspendido en el aire ante la salida desesperada de Gianluigi Buffon. Los azzurri protestaron al entender que hubo juego peligroso pero el suizo Urs Meier dio por bueno una acción en la que el nuevo crack del Barça rememoró sus años mozos en un tatami de Malmö empapándose de taekwondo.
Ibrahimovic, con una elasticidad brutal pese a su gran envergadura (192 centímetros), llegó a ser cinturón negro de taekwondo. Su gol, clave para que Italia acabara eliminada y Suecia se llevara el pase, hizo que quienes conocían su pasado lo compararan con una de las técnicas de su otra pasión de juventud. Se habló de un mondollyio tuit chagi aplicado al fútbol al referirse a una patada hacia atrás con un giro del cuerpo. Aunque Ibra siempre estuvo de espaldas a portería, el taconazo desde las alturas guarda alguna similitud.
Imprevisible y genial en el regate, Zlatan ha explotado al máximo más recursos asimilados en el taekwondo. Otro de sus goles más vistos en el youtube es un remate esquinado con el empeine en el feudo del Torino (1-3) el 13 de enero de 2007. Tras un envío de Dejan Stankovic desde campo propio, dejó botar dos veces el cuero y lo empalmó girando el cuerpo 45 grados en el aire para orientar la trayectoria hacia la escuadra. Angelo Cito, presidente de la Federación Italiana de taekwondo, calificó aquel remate como un dollyo chagui, fruto de una potencia descomunal sin pierna de apoyo. El diccionario específico define el término coreano como una patada circular con el empeine o el metatarso. Ibra acabó por los suelos y vio desde el césped como Christian Abbiati poco podía hacer para impedir una tanto maravilloso tanto por su dificultad como por su espectacularidad.
El capitán de la Serie A volvió a explotar su superioridad aérea el curso pasado con sus interminables piernas. El meta francés Sébastien Frey (Fiorentina) fue su última víctima el pasado 15 de marzo con una patada al vuelo similar a un tuit dollio chagui con la extremidad derecha totalmente estirada. Ibra se llevó el balón así y remató la faena marcando de cabeza.
Con todos los respetos para una leyenda del club como Josep Samitier, Zlatan puede hacerse acreedor también del apelativo de hombre langosta si explota su condición de cinturón negro marcando goles con saltos imposibles como el de Johan Cruyff contra Miguel Reina en 1973.

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